"Porque a veces necesitamos remendar y otras, simplemente, encontrar ese botón que creiamos perdido"

miércoles, 21 de abril de 2010

SILENCIO

Y en medio del torbellino de voces, de recuerdos, sentimientos, personas.... En medio de una vorágine cada vez más caótica, dejé de escuchar.
Exigentes creadores, difícil sucesor, perturbado anexo, murciélagos que vuelan a mi alrededor. Ni murmullos ni chillidos, ni palabras ni sonidos. Sólo calma y no tempestad. Sola en la inmensidad del mar: ó me ahogo ó aprendo a navegar. Y con mano temblorosa agarro la pala y empiezo a remar, está lejos tierra firme pero la puedo divisar.
Voy tirando lastres que no necesito, que tampoco quiero anclas que me fijen en un mismo lugar. Peces que muerden el anzuelo, buzos que se tiran sin oxígeno, sirenas de canto imposible, desesperadas, no dejan de gritar. Lo que suena no hace ruido, oigo notas mudas de una canción.
Hay una paz inconfundible en la calma que otorga el dolor, sólo la percibe quién presta atención. Ignorantes los que no saben escuchar el clamor de un silencio. Un rugido sordo desgarrando los tímpanos del oyente sabio.
En la ausencia de palabras, la verdad.

lunes, 12 de abril de 2010

MÁS ADENTRO

Cómo es arriba es abajo. Dentro del caos se encuentra el orden. Nada es lo que parece, todo es lo que sentimos. Lo que el ojo no ve, el corazón lo presiente.
Un pasado incierto, un presente alentador, un futuro ya escrito. Como un volcán en erupción que vomita sus entrañas, como torbellino de agua que engulle las agallas. Una bomba a punto de estallar, el agua que comienza a hervir, un reloj marcando el tic-tac.
La historia interminable, con cada palabra, un paso más cerca del final. El infierno está que arde, congelados en el centro, esperándo un soplo de aire fresco. A mordiscos saboreo, trocitos de la vida, que me empachen para siempre, llenándome la barriga.
Las lágrimas limpian nuestros ojos, sólo hay que evitar que empañen nuestra mirada. Dejar de ver para mirar el alma. Volverse sordo y escuchar el tacto de los sentidos. Dormir soñando que los sueños son la ansiada realidad.
 Escapar volando en una nube y, caer sobre la hierba fresca, recordando que lo primario es esencial y superflúo lo demás.