"Porque a veces necesitamos remendar y otras, simplemente, encontrar ese botón que creiamos perdido"

lunes, 10 de mayo de 2010

MI CASA

Abro la puerta y, al cruzar el umbral, vuelve la paz a mi interior. Respiro ese aroma inconfundible que da calor al corazón. Si las lágrimas salen de mi alma, las dejo brotar a su antojo y sin discrección. Desnuda puedo estar, sólo la piel envoltorio de mis huesos, no hace falta nada más.
Empapada de la lluvia, desgarrada de dolor, entre tus paredes puedo volver a ser sólo yo. Si un silencio está presente, no reclamas las palabras. Me muevo por tus estancias a mi antojo y voluntad, descalza las recorro y, en una, me recuesto a descansar.
Tus ventanas de cristales incolúmes dejan pasar la luz que necesito para ver con claridad. Pienso, siento, golpeo, grito, me arrepiento.... Siempre dentro del refugio que me ofreces, siempre sabiendo que mis secretos entre tú y yo se quedarán.
Firme y robusta sujetas mi debilidad, saco fuerza de flaqueza como ofrenda por brindarme tu seguridad. Te llevas mis sueños, mis enfados, mis recuerdos. Te dejo las risas, los llantos, las ausencias. Nunca fallas, permaneces en el mismo lugar. La primera a quien quiero llegar para disfrutar de mi felicidad, la primera para que me acoja en mi soledad.
A puerta cerrada me revelo sin ningún pudor. Mi casa eres tú.