"Porque a veces necesitamos remendar y otras, simplemente, encontrar ese botón que creiamos perdido"

viernes, 22 de enero de 2010

ESPERANDO UN SUPERHÉROE

Siempre es bueno creer en algo. Ayuda a vivir con más intensidad, a luchar con brío, a confiar en la expectativa de que, a la vuelta de la esquina, nos espera algo mejor.
Perdida la fé, los intereses políticos y la ilusión de un mundo mejor, decidí creer en tu aparición y ver cómo era tu puesta en escena. No pude por más que sorprenderme cuando, no estando precisamente alerta, te presentaste ante mi como un regalo caido del cielo.
Pude ver que tras el disfraz y los superpoderes de héroe consumado se atisbaba mucho más y mejor. Todo transcurrió deprisa y, a la vez, lo sentía muy pausado. Me llevaste, sin darme cuenta, a ese sitio que tú y yo siempre habíamos soñado. Te quitaste la careta y pude comprobar cómo tu rostro se mostraba asombrado.
Desde lo más alto del edificio más elevado, mientras el tiempo se detenía para nosotros, supimos que tu telaraña y mi fuego estaban entrelazados.
Abrí los ojos, despertando agitadamente de mi sueño y, al volverme entre las sábanas, te ví en carne y hueso. No hacía falta esperar más. Habías llegado. Y tuve la certeza de que juntos, al fin, ibamos a salvar el mundo.
Para ti, para mi, para los dos. Por tu saber estar, por mi hacer brillar el sol.